El centro de este gran ambiente esta pensado a partir de una mesa de cinc antigua, la cual está acompañada por sillas de hierro. Las mismas, en este caso, son reproducciones de las que antiguamente acompañarían una mesa semejante. Asoma un sofá de dos plazas tapizado en Canciller Brunschwig & Fils a rayas de color rojo pompeyano. Imaginamos como se despliega hacia la izquierda la cocina que acompañaría esta sala.

Soy fanática de que se recicle y cada vez que veo un mueble para la casa hecho con algo que fue previamente usado para otra cosa, me parece de lo más inventivo, creativo, interesante y sumamente bueno para el ambiente, especialmente si se trata de un objeto que fue usado antes en una cocina.

Rara vez conocemos la historia que se encierra detrás de los objetos cotidianos, y en pocas oportunidades reparamos en el diseño o estilo de los mismos; pero cuando lo descubrimos, no podemos dejar de verlos en todos lados y por qué no, desearlo.

Si alguien te dice que tiene un escritorio que hizo con maletines que recicló, la idea no suena tan bien, ¿no es así? Esta imagen de arriba prueba lo contrario, porque quedó agradable, divertido, de buenos colores, práctico y ahorrativo con materiales.

Hoy en día es sumamente importante reciclar lo más que podamos y solo porque compremos o hagamos muebles hechos con materiales previamente usados, no quiere decir que será feos. Estos gabinetes reciclados y hechos con pisos de antiguos gimnasios son un ejemplo de esta idea.