El mejor acompañamiento para una porción de patatas fritas, es uno o dos huevos fritos. ¿Cabe alguna duda de ello? Un plato que es la perdición de niños y adultos en todo sentido. Una de las causas del colesterol (aunque queramos hacer oídos sordos) es el consumo repetido de alimentos fritos. Y oh! casualidad también la yema del huevo produce colesterol. Pero como bien dice la frase popular “quien te quita lo bailado”, nadie puede quejarse luego de un almuerzo de ese tipo.

Los tatuajes de comida abundan en la web, eso ya lo hemos visto (en más de una ocasión, por cierto).Y de todo tipo de comidas: hamburguesas, hotdogs, dulces, caramelos, postres, helados, carnes, pescados, pollo, ensalada, frutas... Y hay tatuajes muy bien hechos, aunque muchos son realmente desagradables.

Me encantan este tipo de datos. La verdad, soy un apasionado de los datos triviales que no le sirven a nadie, desde cuántas gotas de agua hay en el océano hasta por qué tenemos pelos en la nariz. Todos esos datos me fascinan. Y si se trata de tatuajes, mejor todavía.

Hace poco vimos una delirante selección de tatuajes de alimentos. Yo me mostré sorprendido, muchos de ustedes también, pero no fue más allá. El mundo siguió girando. Y ese fue el problema: siguieron apareciendo dementes, cada vez más exquisitos y excéntricos.

CuerpoyArte estuvo cuando por primera vez en la historia una persona se tatuó un ojo, luego estuvo de nuevo cuando una segunda persona decidió animarse. Hoy recordamos con nostalgia esos momentos, pero con el paso del tiempo vemos que ya se ha convertido en toda una moda. Y cada vez más personas prefieren tatuarse debajo de su córnea en lugar de hacerlo debajo de su piel.

En CuerpoyArte ya hemos visto en más de una ocasión el terrible hábito de tatuar mascotas (aquí y aquí), y en ambas ocasiones dijimos que era innecesario y aberrante. Pues esta foto de un gato tatuado con la cara de tutankamón en su pecho desató nuevamente la polémica de tatuar animales.