Ser madre es una de las experiencias más hermosas que cualquier mujer puede experimentar. Ver nacer a tu bebé, disfrutar de su crecimiento y ser testigo de sus logros son sólo algunas vivencias que no se cambian por nada.

Los musicales tienen una magia única para atrapar al público, todo gracias a elaboradas canciones y coreografías. No es de extrañar que muchos de estos proyectos teatrales, sean llevados a la pantalla grande. Inevitablemente al hablar de adaptaciones exitosas, Mamma Mia! no puede dejarse de lado.

Ecléctico, creativo e innovador. Así era Prince, el músico que con ese «no se qué» logró robarse el corazón de muchos. El artista oriundo de Minnesotta supo combinar la sensualidad de sus temas con su excéntrica personalidad de una manera que pocos intérpretes pudieron hacerlo.

No hay nada que Meryl Streep no pueda hacer y eso incluye cantar en un musical. Si esa película es además un tributo a ABBA tenemos la receta perfecta para el éxito. Después de ver hasta el cansancio la primera película ya tenemos para continuar la historia...y también viajar al pasado. La secuela nos muestra nuevamente a Amanda Seyfried como la hija de la protagonista, pero esta vez volveremos hacia atrás para conocer como empezó todo.

Probablemente, muchas veces ignoremos lo importante que son las locaciones a la hora de situar una historia en particular y de generar argumentos interesantes. Los lugares donde se desarrollan los filmes, naturalmente, son muy importantes para la historia misma y, en algunas ocasiones, se podría decir hasta que la ciudad o las características geográficas en que se desarrolla la historia, funciona casi como otro personaje.

Los actores son como los gustos de helado: escoger cuáles son nuestros favoritos depende por completo de nuestra subjetividad, y muchas veces no entendemos la elección que hacen los demás. A veces un actor o actriz que a una persona le parece fascinante para ti no es más que un ser que te genera rechazo y a quien no le crees ni la hora.