La saga de Juego de Tronos baja de velocidad en este capítulo que muestra a Ned Stark preparándose para la muerte y al resto de su familia corriendo por sus vidas o haciendo preparativos para ir a la guerra. El show realmente capta bien las emociones de los personajes, que se ven forzados a elegir caminos que normalmente no tomarían, solo para salvar sus vidas o su honor. También en la muralla los eventos continúan preparándose para un confrontación entre la guardia nocturna y los caminantes blancos, la cual definirá el destino de los 7 reinos.

La saga de Game of Thrones alcanza un momento culminante en su octavo episodio. The Pointy End marcará un momento crítico en la historia de Westeros, poniendo fin a décadas de paz y dando comienzo a una devastadora guerra que no perdonará a nadie. También marcará el inicio de un nuevo viaje para varios de los personajes que deberán abandonar las vidas que conocieron y embarcarse en nuevas aventuras que los llevarán a lugares que nunca imaginaron.

El séptimo episodio de Game of Thrones estaba disponible vía web desde hace una semana pero quise aguardar a que todos los viesen para traerles mi reseña. Sinceramente creo que este capítulo superó a los anteriores por mucho pero al mismo tiempo mantuvo la línea establecida y la llevó un escalón más arriba en materia de calidad argumental e interpretativa. Es en este momento que recordamos la única regla del juego de tronos "ganar o morir" y la muerte acecha peligrosamente a Ned Stark, un personaje tan noble que dan ganas de pegarle en la cabeza y avisarle que es necesario ser un poco más astuto para sobrevivir.

El Juego de Tronos solo tiene una regla, ganar o morir y la muerte esta cada vez más próxima para algunos personajes a medida que los jugadores se posicionan para comenzar la siguiente etapa, la cual promete ser más sangrienta y devastadora que la anterior. La posición de Ned Stark en King´s Landing es cada vez más precaria y a pesar de que sus enemigos se vuelven cada vez más audaces, el siempre honorable señor de Winterfell parece incapaz de caer a su nivel para hacer lo necesario para sobrevivir.

Game of Thrones está empezando a fastidiarme. Su sexto episodio superó a los anteriores en casi todos los aspectos, mantuvo la calidad argumental y actoral y básicamente demostró que la serie solo se pone mejor cada capítulo. No es justo, tiene que haber algo que le pueda criticar y que la arrastre al fango de la televisión normal. La estrella de este capítulo fue Tyrion Lannister, mi personaje favorito (seguido de cerca por Arya Stark) quien nuevamente se las ingenió para escapar de una situación un tanto... elevada (si vieron el capítulo entenderán a que me refiero).

El momento de la paciencia ha acabado y los últimos episodios de la temporada de Game of Thrones llegan a nosotros marcando el inicio de un cambio fundamental en Westeros que se verá alterado para siempre luego de los acontecimientos que se avecinan. Los que hayan leído los libros sabrán que todo está por irse realmente al demonio en esa tierra medieval tan parecida a nuestro mundo en algunas cosas y tan distinta en otros.