¿Viralizar el horror?
“En la confusión informativa que suele producirse tras un atentado de alto perfil no es fácil dirimir qué es información y qué una contribución a la propaganda de tal o cual agrupación, pero la lección ética que muchos medios están aprendiendo es que la comunicación de esos actos debe, por lo menos, respetar la dignidad de las víctimas y de sus familiares, y condenar el amarillismo en todas sus formas”.