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"Ha sido muy difícil": Un joven anhela una solución para extirpar el tumor que tiene en su rostro
En medio del campo, en una zona alejada de República Dominicana, Freddy Montero ha visto cómo el pequeño lunar en su labio superior con el que nació ha ido creciendo sin parar. Además de la deformación que le ha causado, esta gigantesca masa le provoca dificultades para respirar y solo espera que un día la ciencia le ayude a encontrar una solución que lo impulse a afrontar su vida.

Cuando Freddy Montero nació toda su familia se dio cuenta que tenía una pequeña mancha en su labio superior. A los pocos meses se dieron cuenta que ese punto diminuto en su boca ya había crecido y nadie se imaginaba que no pararía de crecer,
dejándole una masa gigantesca en el rostro del joven.

Oriundo del municipio de El Cercado, en la provincia
dominicana de San Juan, Freddy dice que a sus 19 años se ha acostumbrado a vivir con esa enfermedad poco conocida que le diagnosticaron llamada Hemangioma Cavernoso,
un tumor no cancerígeno causado por el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos.

Si bien hasta el momento no ha representado una atención de urgencia, el
doctor César Bonilla explica que estas malformaciones, además de causar asimetrías y deformidades,
“una lesión que provoque su ruptura puede provocar una severa hemorragia que provoque su muerte”.

“Ha sido difícil, pero me he ido acostumbrado”, dice Freddy en medio del campo, donde pasa sus días, con un tono forzado por la masa que le hace colgar el lado derecho de su rostro y que, cuando se inflama,
le deja dificultades severas para respirar.

Albida Montero, madre de Freddy, cuenta que tras sufrir un viacrucis sin encontrar una solución en varios hospitales, enterarse del diagnóstico la “derrumbó como madre” porque esta familia simplemente
no tenía dinero para poder atenderlo y no sabía si su hijo podía perder la vida.

Al igual que Albida, una empleada doméstica, Pedro Montero indica que sus ingresos como agricultor no pudieron ayudar para poder aplicar alguna cirugía que le ayudara a su hijo. Sin embargo, hace tres años, una congregación religiosa conoció el caso de Freddy y quisieron ayudar. “Mi hijo viajó con ellos hacia los Estados Unidos y los médicos que lo pudieron valorar dijeron que no se podía someter a ninguna cirugía
porque Freddy era muy chico y corría mucho riesgo”, recuerda Pedro.

Así, Freddy vio como su ilusión se desvanecía y tuvo que resignarse a seguir viviendo con esa masa en su cara.
“Da mucha impotencia
porque yo lo miro y me siento triste. Pero bueno, son cosas destinadas por Dios”, dice Pedro, afligido.

A pesar del contexto adverso, Freddy se ha caracterizado por su optimismo y amor por la agricultura, oficio que heredó de su padre y que hace con dedicación, pero también
con mucho cuidado para no lesionar su tumor y no arriesgar su vida.

La fortaleza mental de Freddy también ha pasado por digerir sin atormentarse las burlas crueles de la comunidad que le dicen que
“no voy a conseguir mujer por ser feo”. Pero poco le importa. “He visto a gente con este problema y viven bien”, dice.

Ahora, toda esta familia tiene sus esperanzas en que los avances de la ciencia les puedan dar una nueva oportunidad para restaurar el rostro de Freddy.
“Quisiera de verdad que un doctor se conmueva y nos ayude.
Quiero ver a mi hijo sano, daría mi vida por ello”, dice tajante Albida.
Sufre de una enfermedad poco conocida llamada Hemangioma Cavernoso, un tumor no cancerígeno causado por el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos. Más información aquí.
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