Lucely Estefanía Chalá, esposa del futbolista ecuatoriano Renato Ibarra, relató ante las autoridades su versión de los hechos que llevaron a la dentención de su esposo. La ecuatoriana, de 24 años, contó que si bien se aferró todo lo que pudo a su hermana Ana Karen, que había llegado a México para cuidarla de un embarazo de alto riesgo, las dos mujeres sufrieron los golpes e insultos de su marido y su familia. “Me vale ***, péguenles, no me importa si hay un muerto, péguenles”, gritó el jugador del América, según Chalá.
"No me importa si hay un muerto": la amenaza de Renato Ibarra que denuncia su esposa embarazada
Lucely Estefanía Chalá, quien tiene nueve semanas de embarazo, relató ante las autoridades que fue golpeada por su esposo, el futbolista ecuatoriano miembro del Club América.

Lucely otorgó su versión desde el viernes pasado mientras se recuperaba en un hospital del sur de Ciudad de México. Tras la declaración, que quedó registrado en un acta de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, las autoridades lo acusan de tentativa de feminicidio, tentativa de aborto, además de violencia familiar.
Apenas hace unos meses, Ibarra y Chalá habían perdido a un bebé debido a complicaciones en el embarazo, por lo que esta nueva condición requería de delicados cuidados para salvaguardar el proceso de gestación. La afectada también declaró que los problemas con su esposo comenzaron desde el 28 de febrero cuando le comentó que lo mejor sería separarse y terminar con su relación.
Chalá contó que la reacción de Ibarra fue violenta y que, además de correrla de su casa, el futbolista decidió irse del lugar, no sin antes llamar a su familia en Ecuador para que le ayudaran a sacarla. Lucely afirmó que no dudó en pedirle a su hermana Ana Karen que tomara el primer vuelo a México para que le auxiliara, en dado caso que la situación empeorara.
Dos días después, según lo declarado ante las autoridades, Ibarra llegó a su casa en estado de ebriedad y les gritó de manera agresiva que se fueran y que no quería que estuvieran allí. Además, Chalá aseguró que el futbolista tomó un jarrón de la cocina y lo estrelló contra una pared, para después decirles que “a la ***, me tienen harto, me tienen hasta la ***”.
El 4 de marzo, un día después de este altercado, Lucely aseveró que los familiares de Ibarra llegaron y desalojaron a Ana Karen del cuarto de huéspedes, por lo que las dos mujeres y el hijo del futbolista tuvieron que dormir en el cuarto del pequeño. A la mañana siguiente, precisó que, mientras Renato se entrenaba en el Club América, las dos fueron insultadas, por lo que ella y su hermana decidieron salir de su casa y regresar hasta la noche.
Ya en casa, Chalá dijo que le pidió a su esposo que calmara a sus familiares, quien se negó a hacerlo. “A mí no me digas nada, ve tú y díselo a ellos, a mí no me estés diciendo ni ***”, le respondió el jugador del América, según cuenta. En ese instante, afirmó que la familia del futbolista llegó a la habitación para agredirla físicamente en la cara y cuerpo, además de rasguños.
Además, contó que Ana Karen, quien trató de grabar con su celular, también fue golpeada luego de que se aventara a la cama para intentar defenderla. Asimismo, declaró que el futbolista no se detuvo en la agresión ni cuando uno de los compañeros de Renato le advirtiera que la polocía estaba llegando.
También relató que cuando un par de patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) arribaron al domicilio, Renato quiso aprovechar su fama y su profesión para minimizar el suceso, además de que intentó sin éxito sobornar a los policías. Cuando se supo la noticia de su detención, el futbolista tuiteó que todo se trataba de un malentendido y que sería incapaz de golpear a ninguna mujer. Dos días después fue trasladado al Reclusorio Norte para rendir su declaración.
Quiero aclarar algunos rumores respecto a que fui detenido por haber golpeado a mi pareja. Esa información es absolutamente falsa.
— Renato Ibarra Mina (@RenatoIbarraM) March 6, 2020
Me encuentro apoyando a las autoridades debido a un mal entendido en el que lamentablemente está involucrada mi familia.
Al conocer los pormenores del suceso, el Club América emitió un comunicado donde expresaba su rechazo a cualquier tipo de violencia y dejó claro no darían ningún tipo de declaración sobre el caso hasta que las autoridades determinaran la gravedad del asunto. La abogada del futbolista, Paloma Taracena, renunció al caso por “asuntos de género” tras conocer el parte médico de Chalá, quien fue hospitalizada.
Lucely Chalá relató que tiene una relación con Ibarra desde hace siete años y que no es la primera vez que su esposo comete abuso físico contra ella.
Añadió que lo que más le duele es que, mientras los golpes y las agresiones pasaban, su hijo estaba presente y gritaba que no me pegaran. Incluso, dijo, que trató de defenderla con una espada de juguete.
En caso de que el futbolista sea declarado culpable, podría enfrentar una sanción de seis meses a cuatro años de prisión, aunque existe la posibilidad de que pueda salir bajo fianza, salvo algún agravante, al no ser considerado como un "delito grave".
