Cuatro niños de 2, 4, 8 y 12 años murieron en un incendio en su casa en Reynosa, México. Aunque los vecinos intentaron auxiliar a los pequeños rompiendo uno de los muros de la vivienda, tardaron mucho en llegar hasta ellos porque la madre los había dejado encerrados. El abuelo paterno de los menores aseguró que la mujer constantemente se iba y los dejaba solos.
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