Monserrat Galván llegó hace 10 años a Tijuana y es una mujer muy querida por la comunidad: hace parte de los grupos de apoyo a migrantes deportados. Ella asegura que tuvo que salir de Estados Unidos porque era víctima de violencia en el hogar por parte de su esposo, pero tuvo que dejar a sus dos hijas. Tras una década, encontró a una de ellas y quiere un reencuentro, pero no tienen cómo pagar el viaje.
Clic aquí para saber cómo ayudarla.