El embalse, de 77 acres, contiene una mezcla de agua de mar, lluvias y residuales de una antigua planta de fertilizantes. Las autoridades locales retiraron la orden de evacuación, pero el estado de emergencia en el área continúa. "Hemos sido capaces de frenar una gran parte de la fuga mediante el bombeo de agua", precisó Nikki Fried, comisionada de Agricultura de Florida, quien aseguró que se podrán abrir algunas de las zonas hacia las carreteras.
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