Zorayda Pérez arribó a Miami luego de ser dejada en libertad por razones humanitarias. Dice que su miedo y el de las otras detenidas era infectarse con covid-19 y morir presas. La mujer sufre de epilepsia, tiene un nódulo en uno de los pulmones y es asmática. Precisa que el aislamiento en el que estaba se convertía en una bomba de tiempo para infectarse con el virus.