La falta de cultura de reciclaje está afectando al lago más grande de América del Sur, acabando con la vida marina e impactando a pescadores y su modo de ganarse la vida. “En 45 días hemos retirado más de 300 toneladas de desechos sólidos o plástico que consumimos en los hogares”, dijo José Pérez, presidente del Instituto Municipal del Ambiente. En un intento por ayudar en medio de esta situación, autoridades y voluntarios se han unido para tratar de recoger el plástico de la zona.
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