El exdirector de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Emilio Lozoya, fue extraditado a México desde España, donde permaneció por cinco meses. Lozoya es acusado por delitos de asociación delictuosa, cohecho y manejo de fondos ilícitos. A su llegada a la ciudad de México y después de varios exámenes médicos, fue llevado a un hospital por un cuadro de anemia y problemas en el esófago, aunque las autoridades españolas no tienen registro de estas enfermedades.
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