Decenas de inmigrantes deportados de la región de Comitancillo, un poblado en el norte de Guatemala, lo han perdido todo debido a una red de prestamistas ilegales que se queda con sus propiedades. Muchos terrenos, casas y automóviles pasan a manos de los prestamistas, pues los indocumentados deportados se atrasan en el pago de los altos intereses que les cobran por el dinero que le entregaron a los coyotes.
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