"Él era un niño que me ayudaba bastante en la casa y siempre estaba pendiente de lo que necesitaba", aseguró Joan Tamares, madre de Winston Ortiz, quien el pasado 12 de agosto fue apuñalado, rociado con gasolina y quemado en el pasillo de un edificio muy cerca de su vivienda. El sospechoso del crimen alcanzó a ser identificado por la propia víctima. Según la familia del joven hispano, el acusado es hermano de la exnovia de Ortiz, por lo que más personas podrían estar involucradas.
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