Alejandro García, coordinador del Grupo Beta para la protección al migrante, cuenta que este trabajo se realiza es zonas de montaña, desierto y bajo temperaturas sofocantes. Los inmigrantes arriesgan sus vidas en estos difíciles terrenos para poder hacer una vida en EEUU, pero muchas veces no cuentan con los elementos necesarios para sobrevivir en el trayecto. Durante 30 años este grupo ha rescatado a cientos de personas en peligro, pero también ha tenido que recuperar los cuerpos de quienes mueren en la travesía.
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