El caso de Carlos Adrián, asfixiado por policías de Tucson durante un llamado de emergencia, ha despertado la indignación de activistas, quienes consideran que el abuso de autoridad es una verdadera problemática en EEUU. Esta situación, junto con lo vivido hace pocas semanas con el fallecimiento de George Floyd, pone en debate el actuar de los uniformados y cuestiona la forma en que son entrenados para manejar situaciones de esta índole, según congresistas demócratas.
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