La medida fue emitida por la ciudad de Nueva York y entrará a regir en septiembre, algo que incomoda a muchos propietarios de restaurantes, que desde ya indican no saber cómo confrontar a sus clientes. Las multas por no pedir pruebas de vacunas pueden ser de hasta $1,000. "Yo no debo ser la policía, esa es la ciudad", indicó Jeffrey García, presidente de la Asociación de Restaurantes y Bares de Nueva York.
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