Cerca de 230 inmigrantes, en su mayoría haitianos, fueron reubicados en instalaciones operadas por organizaciones civiles y Ciudad Acuña. Muchos aseguran que no tienen intensiones de volver a cruzar el Río Bravo y que se sienten más seguros en México, por lo que piden visas humanitarias para poder rehacer sus vidas en ese país.
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