Varias personas que residen en Chicago han hecho pública su molestia por la forma en que el gobierno local ha dado manejo a la llegada de inmigrantes provenientes de la frontera. Según testimonios, muchos espacios que eran de uso recreativo para las familias están siendo usados como albergues, obligando a la cancelación de eventos tradicionales. Además, denuncian que algunos indocumentados se están relacionando con pandillas para realizar actividades criminales.
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