La familia de Álvaro Ojeda, de 23 años, no sabe nada de él desde hace cinco días, cuando les avisó que estaba a punto de subirse a un tráiler con otras 50 personas. Esta familia se niega a creer que el joven sea uno de los 53 inmigrantes que murieron dentro de un camión de carga, a pesar de que la Secretaría del Migrante de Guanajuato informó que Álvaro es uno de los siete guanajuatenses que fallecieron en la tragedia de San Antonio, Texas.
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