Arriesgando sus vidas y aprovechando la oscuridad de la madrugada, cientos de personas pagan cerca de 1,000 dólares para poder tomar alguna de las embarcaciones y así recorrer las 160 millas que los separan del suelo puertorriqueño. De acuerdo con las autoridades, estos trayectos ilícitos han dejado muertes y desapariciones, principalmente desde que inició la pandemia.
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