Rogelio Ávila tuvo que ser sometido a un trasplante de pulmones luego de que el coronavirus deteriorara sus órganos respiratorios. Su esposa y sus tres hijos, incluyendo un niño de 2 años, también se contagiaron de gravedad por la pandemia. "Tuve que planear el funeral de mi esposo y no fue nada agradable", dijo su mujer Sandra Ávila, que junto a su familia invitaron a otros a vacunarse para evitar sufrir lo que ellos padecieron.
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