En Matamoros, Tamaulipas, el termómetro supera los 110 grados Fahrenheit y esto ha obligado a los migrantes a hacer esfuerzos para refrescarse ante la falta de aire acondicionado. “Nos toca comprar a diario, con este calor no podemos guardar nada porque se nos daña”, dice una madre venezolana que debe soportar las altas temperaturas en un albergue cercano al río Bravo.
Lee más información en Univision Noticias.