Familiares de varios reclusos han iniciado una huelga de hambre frente a un edificio federal en Los Ángeles para exigir la liberación inmediata de sus seres queridos, ya que desconfían de los protocolos sanitarios que se están implementando al interior del centro penitenciario y, además, especulan con que allí hay un brote de coronavirus porque aparentemente uno de los guardias se contagió y aún así habría seguido trabajando.
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