La mujer, de 24 años y de origen guatemalteco, llevaba viviendo varios meses en el campamento de familias retornadas a México. La madre y su bebé fueron llevados a un hospital en Matamoros, donde permanecen en buenas condiciones de salud. "El peligro más grande es una hemorragia o complicaciones en el parto", dijo el ginecólogo Fernando Otero sobre aquellas migrantes que intentan pasar la frontera en estado de embarazo.
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