Javier y Edwin llevan viviendo 10 años en Tijuana, México, tras ser devueltos por autoridades de Estados Unidos. Estos migrantes buscaron una alternativa para estar más cerca de sus familias que quedaron en el país norteamericano y decidieron pintar el muro fronterizo en apoyo a veteranos deportados. Aunque hay días que pueden ver a sus allegados, aún “no nos podemos acostumbrar”.
Podrías ver: Este migrante fue deportado a Guatemala, pero dejó a su familia en Estados Unidos: "Todos están allá".