"A mi me gustaría estar en un hogar normal, sin ningún problema", dijo Lésmer Bernárdez, un niño de 8 años que, junto a su madre y hermanos, vive en un refugio. Desde la Gran Depresión no se había registrado un número tan alto de desamparados a nivel nacional. "Es muy complicado y mucho más en los sectores más vulnerables de la sociedad, como los inmigrantes indocumentados", aseguró el sacerdote Fabián Arias, quien ayuda a varias familias con alimentos.
Vea más noticias aquí.