Aunque Nueva York logró controlar la pandemia, ahora enfrenta la tarea de preservar los más de 1,000 cuerpos de víctimas de coronavirus que permanecen en camiones refrigerados hasta que sus familiares puedan reclamarlos para sepultarlos o cremarlos, y que no terminen en fosas comúnes. Autoridades indicaron que los cadáveres pueden mantenerse congelados indefinidamente, aunque eso representa más complicaciones para los expertos forenses.
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