El alcalde de Nuevo Laredo, México, asegura que los aproximadamente 2,300 migrantes que están en la ciudad han saturado los centros de refugio y que su administración no puede abrir ni uno más, por lo que considera enviarlos a otras partes del país. Ciudad Juárez también enfrenta una compleja situación, donde la llegada de centroamericanos y cubanos no cesa, por lo que temen que el problema se salga de control.