El lugar es conocido como ‘Casa Sendero’, cuenta con 512 camas, está dividido en porciones pintadas con colores pasteles y allí el gobierno federal tiene planeado albergar a menores no acompañados mientras se adelantan sus casos de deportación o reunificación familiar. Organizaciones proinmigrantes han adelantado protestas con las que buscan la libertad de los pequeños y que el centro de detención, como ellos lo catalogan, sea clausurado rápidamente.
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