Gualterio Santos es propietario de una afamada floristería en California y ha vivido en EEUU por casi 30 años. El hombre, originario de México, no sabía que existía una orden para deportarlo desde el año 2000 cuando accidentalmente cruzó la frontera de Canadá. En 2018 un abogado prometió obtenerle asilo político y fue cuando cayó en manos de Inmigración.