La investigación realizada por el medio de comunicación sugiere que el mandatario habría recibido de su padre un equivalente actual a 413 millones de dólares y no un millón como él lo dijo durante su campaña presidencial. De esta manera, Donald Trump se convirtió en el empleado, jefe, arrendador, banquero y acreedor de una millonaria fortuna, de la cual presuntamente no se pagaron los impuestos correspondientes.