Michael Moore indicó que un error de cálculo humano de sus agentes pudo haber sido la causa probable de la destructiva explosión, ocurrida el 30 de junio, de 42 libras de fuegos artificiales decomisados. "También es posible que el recipiente de contención falló", dijo Raúl Jovel, teniente de la policía. En 30 días se determinará si la explosión fue una equivocación humana o una falla del equipo usado para la detonación.
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