Según la Asociación Nacional de Restaurantes, más de 110,000 de estos negocios en Estados Unidos cerraron sus puertas de manera permanente en el 2020 debido a las restricciones contra el coronavirus. En ciudades como Chicago, el crudo invierno también juega en contra de los establecimientos que tienen que servir la comida al aire libre y sus dueños están a la espera de más auxilios económicos para poder seguir a flote.
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