Los puertos de Los Ángeles y Long Beach están trabajando las 24 horas del día para descargar la mercancía represada en las terminales marítimas, sin embargo, no hay suficiente espacio para almacenar los contenedores que van quedando desocupados, por lo que muchos de ellos están dispersos en vecindarios cercanos. La comunidad de Wilmington denuncia que estos junto a los vehículos de carga bloquean el acceso a las viviendas.
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