Decenas de familias se fundieron este sábado en lo que parecía ser un eterno abrazo a la mitad del Río Bravo en la frontera de Ciudad Juárez y El Paso, Texas. Este evento anual, llamado 'Abrazos, no muros', convocó a unas 200 de personas que, incluso, llevaban décadas sin verse por cuestiones migratorias. Como María Reza, que tenía 15 años sin estar con su hijo.
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