Miles de estaciones de servicio en la Costa Este de EEUU se vieron obligadas a cerrar y colocar letreros avisando a los clientes que no hay gasolina. La escasez se registra a pesar de que el combustible ya volvió a los oleoductos de Colonial luego de un ciberataque. "Este no es el resultado del cierre del oleoducto, sino del pánico", aseguró Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo en Gasbuddy. Expertos prevén que el precio del producto puede seguir aumentando.
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