A solo cinco días de que acabe el Título 42, una escena se repite más que nunca en Matamoros, México: familias enteras arriesgando sus vidas para cruzar el río Bravo y así lograr entregarse a la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos con la intención conseguir el anhelado asilo. “A uno lo regresan y toca volverse a lanzar”, dice Eduardo Aponte, un venezolano que no pierde la esperanza de que en algún momento sea aceptado en suelo estadounidense.
Lee más noticias sobre inmigración en Univision.