La ciudad de Los Ángeles fijó un nuevo plazo para que todos sus trabajadores estén inmunizados contra el coronavirus. Durante el anuncio el alcalde Eric Garcetti advirtió que “cualquier empleado que se niegue a vacunarse en esta fecha debe estar preparado para perder su trabajo”. Esta medida ha tenido el rechazo de muchas personas, entre ellas policías y bomberos, que no han acatado el mandato de inoculación.
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