De acuerdo con Christian Illescas, padre de Gianlukas, el niño de 10 años le había contado que en su escuela le decían que era raro, feo, gordo y que sus zapatos parecían los de un desamparado. Ante esta situación, el hombre se acercó a la escuela primaria Hillcrest para poner la queja, pero nunca fue escuchado. Ahora, tras la muerte del pequeño, las autoridades del plantel señalaron que investigarán lo sucedido junto a la policía.
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