La magistrada elegida por el presidente criticó la decisión del Tribunal Supremo de no cancelar el Obamacare, apoyó la regla de carga pública y estuvo en contra de la prohibición de tenencia de armas y la ley de aborto en Indiana. Además, rechazó casos de inmigrantes que pedían protección humanitaria y se negó a cancelar la política de cerrar casos de deportación. La nominación de Barret fue catalogada por el senador Chuck Schumer como “una daga al corazón a las protecciones de salud que los estadounidenses necesitan”.
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