La familia Méndez debe 6,000 dólares en alquiler desde marzo, además de las deudas por los servicios de luz y agua. "Mi papá y mi hermano eran una fuente grande para nosotros. Eran los que nos apoyaban", señala Griselda Méndez. Su hermana Dolores asegura que su situación financiera es precaria porque trabajan solamente algunos días. La familia recibe donaciones de comida de la iglesia y dice no perder el optimismo.
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