El funeral del presidente haitiano Jovenel Moise se realizó en su ciudad natal, donde asistió su esposa con un brazo vendado por las heridas recibidas el día del atentado. "Fuiste brutalmente asesinado", dijo ella. Media hora después de iniciado el funeral, las delegaciones extranjeras tuvieron que salir escoltadas tras escucharse disparos en zonas aledañas. Los seguidores del presidente se agolparon en las calles pidiendo justicia por su muerte.
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