Visiblemente emocionada, Keyla Chavarría, de 10 años de edad, logró abrazar de nuevo a su padre y su pequeña hermana luego de años sin poder hacerlo debido a que se encontraba en Guatemala. Si bien tuvo que soportar una travesía para llegar a hasta la frontera, hoy ya descansa junto a sus seres queridos con la ilusión de hacer una nueva vida en suelo estadounidense.
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