Las imágenes tras la fuerte detonación en un edificio de la capital del Líbano, que se sintió a 150 millas a la redonda, son impresionantes. Los heridos se cuentan por miles y los hospitales están abarrotados con pacientes afectados. Según el director de Seguridad General del país, el estallido al parecer ocurrió en un almacén con material altamente explosivo que había sido confiscado desde hace años.
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