El veterano Frank de la Cruz sirvió durante varios años en la armada estadounidense, pero el estrés postraumático que le produjo la guerra lo llevó a refugiarse en el alcohol y, tras ser arrestado en tres ocasiones, terminó deportado a México. En 2016, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) decidió representarlo y el pasado 9 de septiembre se convirtió en ciudadano de Estados Unidos.
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