Marcelo Labra es un mexicano que vive en Florida y trabaja varis horas en un vivero. Cuenta que mientras caminaba con su perrita fue atacado por dos hombres que lo dejaron inconsciente y con su rostro irreconocible. Él y su familia creen que la agresión fue por odio racial, ya que no le robaron nada. "Donde quiera hay racismo, hasta en mi trabajo hay racismo", indicó. Ahora, el abuelo dice que vive con miedo de que lo vuelvan a golpear.
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