El 11 de septiembre de 2001, cuatro aviones fueron secuestrados por terroristas de Al Qaeda y fueron desviados para ser estrellados contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York y el Pentágono. El cuarto avión cayó en una zona rural de Pennsylvania después de que los pasajeros y la tripulación intentaron retomar el control de la aeronave y evitaron que llegara a su destino final, la Casa Blanca o el Capitolio.
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