EEUU afronta la crisis de los migrantes haitianos en la frontera con dos acciones en aparente contradicción: por un lado acelera las deportaciones a un ritmo de siete aviones diarios y por el otro procesa a algunos grupos y luego los libera, dándoles una cita para presentarse en Inmigración. "Se necesitan muchos vuelos para transportarlos a Haití. Si no se logra, muchos serán puestos en detenciones alternativas", dijo en defensa de la estrategia Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
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